miércoles, 19 de marzo de 2008

Felicidades


Felicidades Papa:

Me hubiera gustado regalarte una sonrisa del hermano o una mirada o una caricia, pero no ha sido posible quizá mañana. Lo que si te puedo regalar es un ápice de felicidad, una oración, unas florecillas y un montón de besos. En este momento no puedo tenerte tanto tiempo en mis oraciones, pero es que estoy entregada en cuerpo y alma a mi querido hermano. Perdóname.

Te quiero.






Esta canción le gusta mucho a la abuela. Ella también se lo merece.

Un día menos para que se despierte el hermano

1 comentario:

dioni blasco dijo...

no molestare mucho que es tarde y seguro que estais durmiendo.
un abrazo a todos,
shhhhhhhh