martes, 29 de julio de 2008

Algo inesperado

Cuando recibí aquella llamada, supuse que sería la última vez que escuchase las absurdas y egocéntricas frases de aquel ser sin sustancia con el que había compartido cine, cena y cama los tres últimos meses. Tiré sus fotos a la papelera y borré el teléfono de la agenda del móvil. No tenía planes esa noche, llamé a mi amigo Javier, para tomar unas copas, me duché, me puse ropa cómoda, recogí el pelo en un destartalado moño, me rocié con unas gotas de esencia de jazmín y me fui de casa dando un fuerte portazo. No cerré con llave, era misión imposible buscarlas en el bolso y con la luz apagada. Fui a dar al interruptor, y por más que apretaba el botón, la luz no se encendía, el ascensor no funcionaba y bajar diez pisos era toda una aventura, no obstante lo intenté y empecé a bajar despacio los escalones, uno a uno, sin prisa hasta llegar al noveno, una vez allí volví a apretar el interruptor, pero nada, seguía sin funcionar, seguí bajando escalones, pero por un instante un fuerte y agradable olor me hizo detenerme en seco, me estremecí, el corazón empezó a latir rápido, muy rápido, necesitaba la luz, ver quien desprendía ese maravilloso aroma, deslicé mi mano por la barandilla y una caricia me atrapó, tuve que contener el aliento, tendría que salir corriendo, pero no quería, el olor seguía allí envolviéndome, muy suave me agarró por detrás, puso sus manos en mi cintura, hasta quedar tan cerca que podía notar lo latidos de su corazón como si fueran los mios propios, ese olor, me embriagaba, la luz, necesitaba la luz, puso sus labios en mi cuello y lo empezó a besar lentamente, me dio la vuelta, soltó mi pelo y empezó a sobetearlo, mientras besaba mi boca, despacio fue desabrochando los botones del vestido, mi diminuto vestido violeta, hasta dejar mis pechos al descubierto, era como si toda la vida hubiese estado esperando ese momento, su piel era fina y deliciosa, deslizó sus manos por los muslos, lentamente, me recorrió cada centímetro de la piel hasta llegar a lo más alto introduciéndome sus finos y largos dedos, jugueteó conmigo hasta no poder más, me dejé llevar, deseaba que se quitará los pantalones y terminará lo que inesperadamente había empezado, llevé mis manos hacía su cinturón, pero no llevaba, me volvió a dar la vuelta, iba a suceder, me embestiría con fuerza, con pasión. Sería el mejor polvo de toda mi vida. Pero no fue así, me encontraba semi desnuda en el octavo piso, con el pelo alborotado, los pechos al aire, y mis vecinos mirándome alucinados, ¿me había vuelto loca? Y ¿esa fragancia, y el personaje que me había hecho enloquecer hace unos minutos? Bajé a la calle y llamé a Javier para contarle lo sucedido, quedamos en encontrarnos en un pub cercano. Allí le conté mi vivencia y alucinó como mis vecinos. Seguimos hablando un buen rato y se me hizo tarde, así que me despedí de él y regresé a casa. En el camino de nuevo el olor, ese exquisito olor, que hasta ahora no había notado. A mi alrededor nada, solo árboles y oscuridad, el aroma a deseo volvía a esfumarse, aparecía y desaparecía en décimas de segundo, hasta que llegó y con él unos fuertes brazos que me cogieron y me arrastraron detrás de un árbol que había en un pequeño y solitario parque cerca de mi destino. Allí me hizo suya, una y otra vez hasta perder el sentido. No le pude ver la cara, solo sé que sus labios eran jugosos, su pelo suave, sus manos delicadas y su olor.....especial. Cuando me desperté no sabía si todo había sido un sueño o había pasado de verdad. Un poco atontada por lo poco que había dormido, agarré la taza de café y llegué al teléfono. Tenía varias llamadas en el contestador:

- Hola preciosa, ya te has despertado, ¿cómo llegaste a casa? Imagino que después de las tres copas que te tomaste dormirías a pierna suelta, y del príncipe azul ¿sabemos algo? Bueno nena, que yo también quiero conocer a ese tiarrón, besitos.

Siguiente mensaje:

-Bueno días ¿Qué tal? Después de lo de anoche, imagino que estarás deseando verme ¿no? Sabes que sin mí no eres nada. Venga ¿te voy a buscar y salimos a dar una vuelta?

Pulsé el botón de borrar el mensaje.
Tercer mensaje:
-Hola hija, ¿estás en casa? Llámame, hace mucho que no te veo. ¿Por qué no vienes esta noche a cenar, si quieres tráete al impresentable de tu nuevo novio. Besos
Cuarto mensaje:
-¿Cómo está la mujer más sexy del mundo? Ese vestido, era violeta ¿no? Me gusta, póntelo esta noche y tu eliges, ¿octavo piso o parque?


martes, 1 de julio de 2008

Bienvenida a la familia

¡Qué guapa! Es una gran noticia para los que amamos a los animales, que se una a la familia, un nuevo miembro. ¡Cómo me gusta! Ya verás cuanta compañía os va a hacer chicas.

María, mi sobrina, siempre ha deseado un perrito en casa, se ha tenido que conformar durante muchos años con un conejo, pero como todo en esta vida llega, solo hay que desearlo con mucha fuerza. Primero fuí yo la que adopte una perrita de la perrera de Cantoblanco que a los quince días se murió de moquillo, después llegó el gran DANKO, tres años más tarde, mi hermana nos anunció la llegada de ALBA y ahora Luci y María nos descubren su nueva mascota, ponerla nombre pronto que si no se quedará como mi gata con PUTILLA. Ya estoy deseado acariciarla.