domingo, 10 de marzo de 2013

El juego



                                                                                                 

Algunas veces
me convierto en pelusa traviesa,
otras en voluta transparente,
considero que soy parte de ti
y del otro.
Pero en realidad soy el tres de tres
o el dos del mismo tres
o quizá sea el uno del tres anterior.
Por eso calculo mal, pero calculo.
Intento despistar mis brotes lujuriosos
pero me acechan insistentes.
Estamos jugando y sé con quien juego.
Abres tus puertas  y entro,
sacudo las caricias que me ofreces
y te guardas.
Me oculto ante la  mirada intrusa,
celosa de la que en verdad me mira.
Persigo el camino equivocado
y revoloteo picoteando el nido ajeno.
Me ofreces  una pócima de gusto exquisito
que saboreo sin hacerlo
ante el examen discontinuo
de quien  no ofrece anuencia.
Vayamos más allá en el juego,
tú no eres tú y yo no soy yo.
Nuestra memoria se borra en minutos
y ya no me acuerdo que acabo de besarte.
Cuando te veo te sonrío
porque te recuerdo, pero no sé por qué.
Ni recuerdo que ya me atrajiste antes hacia ti,
por eso vuelvo y vuelvo sin conciencia
y lo seguiré haciendo
porque no recuerdo haber quedado,
nunca, satisfecho, aunque,
en mi inconsciencia, se que quiero
abrazar lo que veo sin que dejes de girar. 
 
Pedro Martínez y Silvia Morales. 

No hay comentarios: