viernes, 18 de marzo de 2011

El ojo de la cerradura, narrador I



¿QUIÉN EN QUIÉN?

Escritor-Narrador-lector: los tres agentes que intervienen en la creación literaria. La complicidad entre los tres hace que una historia tenga vida propia.
Narrador y escritor son como dos hermanos que llevan el mismo apellido, pero el que sobrevive es el que sube al cuento (Enrique Anderson Imbert).
El escritor, es el creador, el dios; concibe esa comarca inventada en la que nosotros los lectores, nos perderemos a través de las líneas de un libro.
Todo lo que nace y crece en la superficie de la Tierra por lo que caminamos mientras leemos viene alimentado por esa corriente subterránea que es la mente –y la vida- del escritor; pero lo que nosotros oímos es la voz del escritor impostada a través del narrador. El narrador es la máscara que oculta al escritor.
El lector, el tercer jugador es el destinatario de la obra y aporta sus conocimientos, sus vivencias, su forma de ver el mundo. Esa voz del narrador le pone en comunicación con el escritor y por eso la voz tiene que ser identificable y coherente –y también, por qué no hermosa-.

LA IMPORTANCIA DEL PUNTO DE VISTA

El punto de vista es el lugar imaginario en que se coloca el narrador para relatar la historia. El narrador puede elegir entre contar la historia desde dentro o bien desde fuera.
Para contar por escrito una historia, todo novelista inventa un narrador, su representante o plenipotenciario en la ficción, el mismo una ficción, pues, como los otros personajes a los que va contar, está hecho de palabras y sólo vive por y para esa novela (Mario Vargas Llosa)

LOS TIPOS DE NARRADORES

Si elegimos el narrador en primera persona nuestro narrador será un personaje dentro de la acción del relato.
Si elegimos el narrador en tercera persona, la mirada del narrador vendrá desde fuera del relato. El narrador no será un personaje, no estará inmerso en la acción.
Narrador en primera persona:
-Ocupa un lugar central en la narración.
-Relata su historia en primera persona y el lector tiene acceso a su mente, sus sueños, sus recuerdos.
-No puede penetrar en la mente de otros personajes.
-No puede saber cosas que no haya conocido de forma directa o indirecta.
Para el narrador en primera persona también se utiliza la expresión focalización interna, ya que como agente de la acción, refiere la historia desde dentro.
Narrador protagonista
(Cuando el que cuenta es el centro del relato)
¿Hasta dónde puede llegar este narrador?
En cuanto al nivel de subjetividad (la intensidad con la que accedemos a la conciencia y sensaciones del narrador protagonista) dependerá del tipo de relato.
Existen muchas posibilidades y matices en el uso del narrador protagonista. Una de las más sugerentes es aquella en la que éste conoce menos de sí mismo que el propio lector. Modelo de esta posibilidad es el relato de Edgar Allan Poe “El corazón delator”.


Narrador testigo
(El que mira desde un rincón la historia)
Cuando el relato viene narrado, no por el protagonista, sino por un personaje secundario, entonces el escritor ha elegido otro tipo de narrador: el testigo.
Como el narrador no posee la capacidad de penetrar en la conciencia del protagonista, no puede tampoco referirnos lo que siente, piensa o sueña el personaje principal y, por lo tanto, el lector no tendrá acceso a su mente.
La voz del detective
Este tipo de narrador es útil cuando se quiere mantener el interés escamoteando información al lector, y por eso ha sido muy empleado en las novelas policíacas. Ejemplo: doctor Watson de Sherlock Holmes.
El narrador interino
Otras veces el narrador testigo se sitúa tan al margen de la acción que ni siquiera interviene en ella, sino que nos relata la historia que ha oído por boca de otra persona, o nos introduce un texto encontrado por él; o sea, el narrador refiere algo de segunda mano. Ese algo puede estar narrado a su vez desde otro punto de vista: un narrador protagonista o bien un narrador en tercera persona. Ejemplo Undr de Borges.

El uso de cada tipo de narrador debe acomodarse al carácter de la obra que se está escribiendo. Buscar de entre todas las posibles “voces” la que más convenga al espíritu de lo escrito es una de las preocupaciones más recurrentes de los autores. Sus reflexiones acerca de este tema pueden servirnos de ayuda:

“Es evidente que una novela escrita en primera persona sonará más intimista que una escrita en tercera persona; pero entre estas dos categorías hay una amplia gama de matices, es posible acercar tanto las fronteras entre la primera y la tercera persona que lleguen a tocarse e incluso a superponerse” (Paul Auster)
“A veces hay razones para creer que la personalidad del narrador es la proyección al plano estético de la personalidad del escritor; y a veces hay razones para creer que el narrador no comparte las ideas del escritor” (Enrique Anderson Imbert)
“Mi novela sigue avanzando aunque sea lentamente, sólo que su rostro se parece de manera horrible al mío” (Franz Kafka)
“Uno, cuando escribe una cosa seria, se mete dentro, se sumerge en ella hasta las cejas” (Natalia Ginzburg)
“Ya he expuesto, como una costumbre aceptada, incluso comentada como extravagancia, mi preferencia por ver mi historia a través de la oportunidad y la sensibilidad de alguna persona más o menos ajena, alguien que no esté involucrado, pero sí interesado a fondo, y que sea un testigo o un informador inteligente... (Henry James)
“Si decidí escribir estas Memorias de Adriano en primera persona, fue para evitar en lo posible cualquier intermediario, inclusive yo misma. Adriano podía hablar de su vida con más firmeza y más sutileza que yo” (Marguerite Yourcenar)

RECURSOS Y JUEGOS LINGÜÍSTICOS

El oxímoron, la lucha de los contrarios:
Uno de los medios para estrenar palabras es el oxímoron. Este recurso de extraño nombre ofrece muchas posibilidades de enriquecimiento del discurso narrativo.
El oxímoron consiste en poner en contacto palabras de sentido opuesto que la lógica separa porque se excluyen mutuamente, como por ejemplo:
Oscuridad claridad
Música callada
Soledad sonora.
El oxímoron, al poner en contacto palabras de sentidos contradictorios, evoca nuevos significados, por ejemplo “música callada”.

Ejercicios
Encontrar el adjetivo contrario a estos sustantivos:
Luz, sueño, locura, caos.

LECTURAS RECOMENDADAS

LOLITA (Vladimir Nabokov)
EL NOMBRE DE LA ROSA (Umberto Eco)
LOS CRÍMENES DE LA CALLA MORGUE (Edgar Allan Poe)
EL ALEPH (Jorge Luis Borges)


PROPUESTA EJERCICIO

Tomando el relato de Madame Bovary como personaje principal y a León como personaje secundario, cambiar el punto de vista, rescribiendo la escena dos veces:
Una vez en primera persona desde Enma –el narrador debe penetrar en sus pensamientos y sentimientos-.
Otra vez en primera persona desde Léon, teniendo en cuenta que es el personaje secundario y la narración debe centrarse en torno a Enma.

Madame Bovary, ahora de espaldas, apoyaba la mejilla contra uno de los cristales de la ventana. Léon tenía la gorra en la mano y se daba golpecitos con ella en la pierna.
-Parece que amenaza lluvia -dijo Enma.
-Llevo un abrigo -dijo él.
-Ah, bueno.
Se volvió, con la barbilla inclinada y adelantando la frente, sobre la cual la luz resbalaba como sobre una superficie de mármol hasta llegar al arco de las cejas. No se podía saber qué es lo que veía Enma al mirar a lo lejos, ni qué pensamientos había en el fondo de su ser.
-En fin, adiós -dijo él lanzando un suspiro.
Ella levantó la mirada bruscamente.
-Adiós, sí... Vayasé.
Avanzaron el uno hacia el otro. Él le alargó la mano. Ella dudaba.
-Está bien, a la inglesa -dijo luego, dejando su mano en la de él y tratando de sonreír.
León sintió la mano de ella entre sus dedos y era como si la sustancia misma de su ser entero bajara a concentrarse en aquella palma húmeda.
Luego se aflojaron las manos, y los ojos volvieron a encontrarse. Léon dio media vuelta y salió.


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