Es un movimiento literario
estadounidense desarrollado sobre todo en la primera mitad del siglo XX que
pretende reducir la narración a sus elementos fundamentales. Tal vez el nombre
no sea el más apropiado, porque el realismo sucio no tiene que ver con una
alabanza a la basura, ni del lenguaje soez, ni personajes malolientes, sino una
forma de narrar historias de gente corriente, de personajes a los que no les
sucede nada extraordinario con un lenguaje sencillo. Se trata de una derivación
del minimalismo, utilizar los mínimos recursos para contar historias cotidianas sin añadir apenas
figuras retóricas, huyendo de las moralejas y dejando historias sin cerrar.
-Los relatos y novelas escritos desde este modo de
observar el nudo no reflejan sucesos
extraordinarios sino fragmentos de la vida idéntica a la de los propios
lectores. Reflejan la verdadera historia del ser humano.
-Las historias se cuentan con la mayor naturalidad
posible. Su lenguaje es común y corriente: ni innecesariamente soez, ni
impostado. La función del narrador es pasar totalmente inadvertido y
comportarse como una cámara de fotos.
-Los personajes que habitan
en estos relatos y novelas no son seres extraordinarios (ni buenos, ni malos)
son simples y sin mucho que destacar.
-Las historias normalmente
no terminan. En algún momento parece que va a a suceder algo, pero su historia
se cierra sin que los conflictos cotidianos se resuelvan.
-El narrador, no juega ni analiza, simplemente muestra, sin expresar
ningún juicio de valor.
El realismo sucio no muestra
las grandes pasiones desmedidas, ni sentimientos elevados sino la vida en sus
peores momentos.
Son representantes del
realismo sucio:
Chéjov, (1860-1904) autor
ruso que dio por primera vez la voz a los personajes cotidianos simples y
mediocres.
J.D. Salinger (1919-2010)
“El guardián entre el centeno”
John Fante (1909-1983)
“Pregúntale al polvo”
Charles Bukowski (1920-1994) “Mujeres”
Raymond Carver (1938-1988)
“De qué hablamos cuando hablamos de amor”
Richard Ford (1944) “Canadá”
Tobías Wolff (1945) “Vida de
este chico”
Chuck Palahniuk (1962) “El
club de la lucha”
Bret Easton Ellis (1964)
“American Psycho”
1 comentario:
La denominación parece ser que fue un truco publicitario.De ser así, funcionó muy bien, está claro. Movimiento, movimiento, quizás tampoco fuese porque la gran mayoría de estos escritores creo que no se conocían entre si.
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