Felicidades Papa:
Me hubiera gustado regalarte una sonrisa del hermano o una mirada o una caricia, pero no ha sido posible quizá mañana. Lo que si te puedo regalar es un ápice de felicidad, una oración, unas florecillas y un montón de besos. En este momento no puedo tenerte tanto tiempo en mis oraciones, pero es que estoy entregada en cuerpo y alma a mi querido hermano. Perdóname.
Te quiero.
Esta canción le gusta mucho a la abuela. Ella también se lo merece.
Un día menos para que se despierte el hermano
1 comentario:
no molestare mucho que es tarde y seguro que estais durmiendo.
un abrazo a todos,
shhhhhhhh
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