domingo, 15 de febrero de 2015

Libre para querer a los delfines


Te quieres
y mira que no lo digo yo.
Somos cómplices de usar la palabra bajo el agua,
el verso escrito dice un tanto de ti y otro tanto de aquel,
los adjetivos rechazan  la violencia
que existe sobre tu mirada ennegrecida
y las metáforas no sirven  para curar acosos sostenidos.
Ahora en un lenguaje real
te digo que no te quiero,
tus sentimientos fabrican inestabilidad poética
y en  un descuido me tocas,
pones una mano encima de mi vulnerabilidad
y lo que cuelga entre tus piernas
intenta seducir los sinónimos de mi prosa.
Pero te falta un nombre propio
una jarra de conocimiento bien fría
para entender que
soy libre para querer a los delfines.
Claro que te quieres
y por eso, yo a ti no.